viernes, 19 de abril de 2013

La invención de Hugo Cabret (Capitulo 2) Los relojes

Hugo fue corriendo hasta el otro extremo del vestíbulo y desapareció por una rejilla de ventilación. Una vez dentro, se detuvo un momento. El ambiente era frío y olía a humedad. De cuando en cuando, una débil bombilla iluminaba un tanto los oscuros pasadizos. Hugo abrio la puerta asi entrando a un pequeño conjunto olculto del publico donde vivian trabajadores muchos de los apartamentos estaban abandonados, excepto uno que estaba en servicio. Ahi llego hugo obserbando todos los juguetes que tenia del mes pasado por los cuales los habia robado y encima de la mesa se encontraban sobres acumulados de las facturas que tenia el tio de Hugo.


Hugo se enjugó las lágrimas y agarró su cubo de herramientas. Se metió unos cuantos cabos de vela y algunas cerillas en un bolsillo y se dispuso a trabajar. Como siempre comenzó con los dos relojes mas grande que habían que eran los de mas difícil acceso ya que eran grandes y manejaban pesados engranajes, Hugo siempre tubo miedo de que alguna mano se le quedara atrapada en los engranajes despues de trabajar con los relojes grandes se dispuso con los otros que eran de bronce. Después comenzo con el reloj de la taquilla por lo cual tenia las mismas pesas de los grandes pero era mas pequeño en eso encajo una manivela y comenzó con todas sus fuerzas hasta que no diera mas.

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